sábado, 11 de noviembre de 2017

El ojo castaño de nuestro amor

"Como si, al escribir, cada línea que trazo en la página con el bolígrafo se cubriera de moho y cada página que dejo atrás, cubierta con mi escritura, se abarquillara, amarilleara y se retorciera como una hoja seca. Pero yo seguiría escribiendo igualmente cada vez más rápido, para que no me alcancen el desastre y la desgracia."


Ficha: "El ojo castaño de nuestro amor", Mircea Cârtârescu, Editorial Impedimenta, 204 páginas, ISBN: 978 841 6542321, traducción de Marian Ochoa de Eribe.

Hace una semana vi un comentario en Twitter de alguien que estaba leyendo la última novela de este autor "Solenoide" y estaba absolutamente impresionado. Ello picó inmediatamente mi curiosidad, pues corren tiempos en los que parece que no abundan ni los libros buenos ni los autores capaces de darnos una buena sacudida y tiene uno que echar mano en ocasiones de escritores de otros tiempos, algo que a mí personalmente me da bastante pereza.

Mi interés por este escritor en el momento que me puse a leer reseñas sobre sus libros y recabar información sobre el mismo se multiplicó con rapidez. Me llevé una alegría al comprobar que todas sus obras publicadas en castellano son bastante recientes y además estaban disponibles en la Biblioteca que suelo frecuentar, en ese aspecto soy enormemente afortunado. De allí saqué este que comento aquí y otro que espero comentar en breve, rompiendo mi norma de no leer ni comentar dos libros seguidos del mismo autor.

Estamos ante un escritor verdaderamente excepcional, podría decir que lo más "normal" y convencional del mismo es que es rumano, justo lo primero que llama la atención cuando te hablan de él dado que no se suelen proyectar demasiado los escritores de ese país ni en el resto de Europa ni en el mundo. Tengo en este blog unos cuantos libros comentados de ese otro gran ciudadano de Rumanía que fue Emil Cioran, aunque en ese caso hay un poco de trampa ya que Cioran escribió casi toda su obra en Francia y en francés, aunque era desde luego rumano hasta la médula. Cârtârescu podía haber escogido, tal y como hizo Emil, el camino del exilio hace años tras su primer viaje fuera de Rumanía, pero al azar escogió la opción de quedarse en su país con el que siempre le ha unido una relación especial de amor-odio, escogió quedarse y no convertirse en otro escritor en el exilio, hoy dice que aunque en primer momento pensó que se había equivocado el tiempo ha recompensado con creces esa elección.

M. Cârtârescu vivió los primeros 33 años de su vida en la Rumanía de Ceausescu, seguramente el peor y más cruel dictador de la Europa Oriental si exceptuamos a Stalin, esa experiencia de haber vivido en un estado de corte dictatorial marcó su vida profundamente, la "revolución" de 1.989 le tomó por sorpresa, como a casi todo el mundo, pudo a partir de esa fecha publicar sin censura y en breve tiempo su popularidad en su país creció enormemente. Había intentado alcanzar la fama como poeta sin demasiado éxito, de hecho ha compaginado la poesía y la prosa desde sus inicios, y aunque en el género poético no ha alcanzado la notoriedad que ha conseguido con sus obras en prosa, lo cierto es que la poesía impregna su estilo de tal forma que da igual sobre lo que escriba, la poesía siempre parece estar presente.



"El ojo castaño de nuestro amor", agrupa una serie de relatos autobiográficos que no habían sido publicados juntos antes y que vio la luz en 2.015, la editorial Impedimenta, que es la que está publicando su obra en nuestra lengua, lo editó y sacó a la venta en 2.016. Se trata de un variopinto conjunto de relatos, algunos dentro del campo del ensayo más formal, otros ya en cambio metidos de lleno en su estilo típico e inimitable lleno de poesía donde se entremezclan completamente notas personales, realidad, ficción y el mundo de los sueños... hasta tal punto que en ocasiones es difícil, cuando no imposible decir cuando comienza la realidad y cuando lo soñado o imaginado.

Decía el gran H. P. Lovecraft que "aquello que llamamos vida no es otra cosa que una serie de recuerdos almacenados en nuestro cerebro, y no hay motivo alguno para dar más relevancia a los procedentes de nuestra vida real que a los derivados de nuestra imaginación"... o algo así, no se si la cita es auténtica o no, pero de lo que no me cabe la menor duda es que Mircea Cârtârescu estaría de acuerdo con ella si la conoce, porque como bien dice en esta excelente entrevista, concedida a la revista cultural JotDown, "Yo no establezco ninguna diferencia entre sueño y realidad. No sé qué es la realidad y creo que nadie lo sabe. Sería posible incluso que yo estuviera soñando ahora con vosotros. Así que si un crítico define mi literatura como onírica, lo hace bajo su responsabilidad porque para mí todo es real".

Tras la lectura de esta singular obra Cârtârescu se suma a la nómina de escritores que en algún momento me han cautivado, que han supuesto un antes y un después en mi afición como lector. Club exclusivo que ya incluyó en su momento a Paul Auster, Arto Paasilinna, Svetlana Alexiévich, Joe Abercrombie y Haruki Murakami. De momento la entrada en este grupo de "peso" no ha podido ser más triunfal. Mircea C. puede gustar o no, pero su calidad es innegable, y no hace falta leerse una novela completa, basta leer uno solo de cualquiera de los relatos que componen esta recopilación por ejemplo, o comenzar a leer las primeras páginas de "Solenoide" su brutal y última obra para que la mandíbula se le desencaje a uno de la impresión... es uno de esos escritores que juegan en otra liga. Su nombre hace algunos años que suena cada vez que se está a punto de conceder el Premio Nobel, algo que por lo visto le fastidia bastante, pero que en cierta forma es inevitable. Realmente es lo de menos, le vendría bien sin duda para obtener una proyección internacional mayor, pero teniendo en cuenta su trayectoria reciente y la calidad de sus escritos publicados desde comienzos de los noventa hasta fechas recientes no hay duda de que estamos ante un autor inmenso, alguien que será recordado durante mucho, mucho tiempo.




¿Qué podemos encontrar en esta recopilación de relatos y artículos?, un poco de todo, el libro comienza con el genial "Ada-Kaleh, Ada-Kaleh", cuyas primeras líneas he transcrito al comienzo de este comentario, un sencillo recuerdo de su infancia, el paisaje pintado de una isla del Danubio ya desaparecida... se entremezcla la investigación histórica, las notas autobiográficas, la imaginación, la poesía y el paso del tiempo... es que uno termina su lectura y ya está rendido a sus pies, y esto no ha hecho más que comenzar. "Mi Danubio" es un homenaje a Bucarest, la ciudad donde ha residido toda su vida, su relación con la misma, el mapa de sus recuerdos, las diferentes ciudades que ha conocido en el mismo espacio geográfico cuando se entremezclan los lugares físicos con sus recuerdos... y ese giro inesperado que da al final que te deja trastocado en ese viaje en el tiempo. "Pontus Aexinos" es un homenaje al mar, a ese Mar Negro al que tiene salida su país, y al poeta Ovidio que vivió sus últimos años exiliado en una colonia romana junto al mar... sorprendente de comienzo a fin. "Los años robados" habla de política y de lo que significaba vivir bajo el régimen comunista y también de los tiempos tan duros que se vivieron tras la caída del muro de Berlín. Hace acto de aparición el Cârtârescu ensayista, alejado ya de visiones oníricas y poéticas, más convencional pero ni un ápice menos interesante ¿pero ha escrito este hombre alguna vez una sola página que no merezca ser leída o releída?. Los dos siguientes capítulos "Mi primer vaquero" y "La época del Nes" siguen por los mismos derroteros, artículos de unas pocas páginas donde se relatan experiencias de la vida bajo el régimen de Ceausescu, tan interesantes y bien escritos, a pesar de la supuesta banalidad de sus temas, la ropa que vestían los jóvenes y el café soluble que comenzó a llegar a Rumanía en los setenta, que uno desearía que se extendieran más. "Oh Levante, dichoso Levante" nos habla de su primer libro, "El Levante", y sus difíciles comienzos como poeta y escritor. "El gato muerto de la poesía de hoy" es otro de esos textos difíciles de olvidar... en él se hace una crítica al papel actual de la poesía en la literatura, se habla de la poesía en su país... y también de la poesía en el resto del mundo. El nivel de exigencia hacia los lectores es el tema de su siguiente artículo "Una ducha no-Laodicea", el libro avanza y el nivel no decae en ningún momento. En "Escu" y "Europa tiene la forma de mi cerebro" nos encontramos con el Cârtârescu ejerciendo de crítico literario y enarbolando la bandera de la "europeidad" de un autor rumano como él, destinado a sacudir las estrecheces de mente nos va a dejar muy claro que escribir desde Rumanía no es distinto en muchos aspectos a hacerlo desde Francia, Gran Bretaña o Alemania, es más, reivindica la marca "Rumanía" como símbolo de autenticidad literaria, nada de temas folclóricos, locales o exóticos... que es lo primero que le viene a uno, por desgracia, a la mente cuando asocia dicha nacionalidad a un escritor.

En el capítulo denominado "El cuarto corazón" nos metemos ya de lleno en un relato de ficción marca de la casa, el recuerdo de un extraño cuento leído en su niñez y vuelto a reelaborar, no se sabe con cuantos añadidos y cambios de esa mente con una imaginación tan poderosa como la del autor rumano, no creo que deje a nadie indiferente... aunque no es desde luego un cuento que yo contaría a ningún niño antes de dormir :-). Tras la breve pausa de "La ruina de una utopía" nos metemos de lleno en el relato que da título a esta recopilación, "El ojo castaño de nuestro amor", es un relato donde se mezcla la vida de su autor con su fantasía desbordante ¿qué hay en él que sea real y qué es inventado y soñado?, tal vez a estas alturas ni el mismo Mircea lo sepa... de nuevo otra historia contundente, simplemente sobrecogedor. "Para D. vingt ans après" es un curioso artículo dedicado a una chica con la que tuvo una relación en su juventud, una especie de homenaje de gratitud a una persona que le proporcionó muchas "inspiraciones" en los comienzos de su carrera literaria:

"De hecho, tengo ahora la impresión de que cada uno de los sueños que me contó en esa época lejana en la que estuvimos juntos -incluso los que soñé yo, independientemente de su presencia y su voluntad- brotaba en el centro de su cerebro, desarrollaba un filamento transparente que agujereaba mi cráneo y florecía de repente, por el extremo, abriéndose exótico y multiforme en mi cráneo. Se había formado un cordón umbilical entre nuestras mentes; ella era la madre que me nutría con la sustancia gelatinosa del sueño y yo- que (o porque) amaba cada fibra de su pobre cabecita de estudiante cortita- crecía a pesar de la superposición de las hojas embrionarias, escritas por ambas caras con sueños robados."

La recopilación termina con "La chica del borde de la vida" un relato extraño, onírico e imagínativo, marca de la casa. "Forever young" que nos presenta un particular homenaje a la juventud a la que anima escribir y aprovechar esa energía típica de la edad. "Un escritor" es un pequeño y sorprendente artículo dedicado a Jesús de Nazaret y finalmente acabamos con "Zaraza", una historia estrambótica y supuestamente real, recreada con detalle por el imaginativo escritor para la posteridad. El libro comenzó con una entrada en la "A" y termina en la "Z" también con un texto escrito con la intención de preservar algo en el tiempo... vana ilusión.

Lo mejor: Este es un autor al que no he leído antes porque no lo conocía, para todo amante de la buena literatura lo considero simplemente imprescindible. Examinando los libros y diferentes recopilaciones de relatos y artículos que hay publicados en castellano creo que este es sin duda el mejor para comenzar y hacerse una ligera idea de lo que a uno le espera cuando emprenda una lectura de sus obras más serias. Su calidad y su singularidad son simplemente impresionantes, estamos ante uno de los grandes escritores de este siglo, apenas he arañado la superficie de su obra y no me cabe la menor duda.

Lo peor: Estamos ante una excelente obra introductoria pero que evidentemente no pasa de ser un conjunto menor en su producción, si ya se ha leído "Nostalgia" o "Lulu" por ejemplo, y no se ha escarmentado ;-), se debería pasar directamente a ese colosal exceso literario titulado "Solenoide" que ya forma parte de mi colección de libros pendientes de leer y cuyo comentario en este blog es bastante probable que se me atragante.


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