sábado, 25 de febrero de 2017

Cómo ser mujer


"Hacerse mujer es un poco como hacerse famosa. Pues después de ser amablemente ignorada, como casi todos los niños, una adolescente se vuelve de pronto fascinante para los demás, que empiezan a bombardearla con preguntas: ¿Qué talla tienes? ¿Lo has hecho ya? ¿Quieres practicar el sexo conmigo? ¿Tienes carné de identidad? ¿Quieres una calada de esto? ¿Sales con alguien? ¿Usas algún método anticonceptivo? ¿Cómo es tu firma? ¿Sabes andar con tacones? ¿Quiénes son tus héroes? ¿Te vas a hacer una depilación brasileña? ¿Qué clase de pornografía te gusta? ¿Quieres casarte? ¿Cuándo vas a tener hijos? ¿Eres feminista? ¿Sólo estabas coqueteando con ese hombre? ¿Qué quieres hacer? ¿QUIÉN ERES?

Todas preguntas ridículas para una niña de trece años sólo porque ya necesita sujetador. Habría dado lo mismo que se lo preguntaran a mi perra. Yo no tenía ni idea."


Ficha: "Cómo ser mujer", Caitlin Moran, Editorial Anagrama, 354 páginas, ISBN: 9788 433 9777 17

Hay libros que adquiero y leo con la sana, o malsana, intención de regalarlos posteriormente o de dejarlos para que otras personas los lean, es el caso de este libro. Cuando lo vi en unos grandes almacenes me dije que no solamente era un libro que me apetecía leer, sino que también era un libro que consideraba interesante para dos de las mujeres más importantes de mi vida, mi novia y mi hermana, no se si me harán caso, habitualmente no siguen mis recomendaciones de lectura pues habitualmente me consideran un bicho demasiado raro como para tener sus gustos en cuenta, así que decidí predicar con el ejemplo y no dejarlo o regalarlo sin haberlo leído y comentado aquí antes... a ver si a alguna de las dos le "picaba el gusanillo" de su lectura. Aunque creo que es una batalla perdida igual me llevo una sorpresa ;-).

Caitlin Moran es sin rodeos y sin paños calientes una mujer que toda la vida ha recibido el epíteto de "friki", antes incluso de que existiera el término. Si ojeamos su biografía en la Wikipedia veremos que estamos ante alguien poco "normal", sea cual sea el término que englobe esa categoría. Habitante de un barrio pobre de Londres, hija mayor de una familia numerosa que vivía en un pequeño apartamento, escritora precoz, dotada de un gran talento natural para la escritura, columnista de "The Times", de la revista "Saturday", de otra donde escribe reseñas de programas de televisión, redactora hace años de una revista de crítica musical... ávida lectora desde su infancia, ha recibido numerosos premios que avalan su calidad y éxito como articulista, Caitlin es una enciclopedia ambulante repleta hasta los topes de conocimientos de cultura popular, música, cine, televisión, literatura... quizás sus gustos sean poco refinados, por decirlo suavemente, pero está claro que tiene un olfato único para intuir por donde van a ir los gustos de sus lectores, cuales son sus referencias culturales y sobre todo sabe hablar de temas que interesan y afectan a personas de carne y hueso, como cualquiera que te puedas encontrar a la vuelta de la esquina, como el lector sin ir más lejos. Es lo más alejado a un intelectual o a un ratón de biblioteca que quepa imaginar. No he leído artículo alguno suyo, pero teniendo en cuenta lo que ha escrito en este libro no puedo asombrarme en lo más mínimo de el porqué de su éxito profesional.

No estamos ante alguien que pueda pasar desapercibido, basta verla en cualquier vídeo de los que hay colgados en Youtube para darnos cuenta de que simplemente ES ASÍ, inteligente, mordaz, divertida, dicharachera, expresiva, no es una persona del montón... es una fuerza de la naturaleza, un torrente de palabras y energía que difícilmente puede dejar indiferente a nadie. Habrá a quien le caiga fatal, o puede que te caiga estupendamente... con esta mujer parece que no existen los términos medios, o la amas o la odias, porque estoy seguro que ha suscitado pasiones en ambos sentidos. Es difícil encontrar a alguien más humano y sincero, posee una sinceridad y un desparpajo apabullantes, no he visto nunca a un escritor que hable de sí mismo con tanta "desfachatez" y falta de vergüenza como esta mujer, es lo más opuesto a alguien vanidoso y presumido que podríamos imaginar. Eso la convierte inevitablemente en "adorable" en todos aquellos que ven en ella reflejada su propia humanidad y sus defectos, pero también seguramente en una petarda insoportable que alardea de sus flaquezas y sus torpezas elevándolas casi a rango de virtudes... se puede escoger cualquiera de las dos opciones, pero lo que no se puede hacer es ignorarla.


El libro es un viaje en una montaña rusa, de principio a fin Caitlin no da respiro al lector, solamente el primer capítulo ya es extraordinario, a pesar de ser una articulista y escritora más que experimentada se nota y mucho el cuidado que ha puesto en su redacción, en dotarle de agilidad, en cuidar el estilo combinando párrafos y partes "serias" donde habla de su concepto de la vida, el amor y sobre todo del tema central del libro, el feminismo, porque esto señores aunque no lo parezca es un ensayo bastante más serio de lo que parece sobre la lucha por la igualdad de sexos, que es de lo que va realmente el feminismo aunque todavía haya muchos hombres y mujeres que no lo pillan, y partes francamente divertidas... ese equilibrio entre autobiografía, anécdotas y soflamas feministas es quizás lo más notable del libro. Una advertencia: ¡es divertidísimo!, me he doblado en dos en varias ocasiones de la risa, hubo un momento en el que hasta se me saltaron las lágrimas y me quedé sin aliento, creo que la falta de sentido del humor no se encuentra entre mis múltiples defectos, pero aun así este libro marca cotas de humor y diversión difíciles de lograr. Si eres como yo y te gusta el humor bestia y gamberro, de pincelada gruesa, tanto o más como la ironía o el humor sutil, este es tu libro... te vas a mondar de risa, lo advierto.

No por la demoledora carga de ironía y humor de este singular ensayo tenemos un libro insustancial que sea poco más o menos una colección de payasadas y lamentables anécdotas de una chica "rara", el feminismo, es el tema más importante que la autora articula de principio a fin, en ocasiones presentado sin tapujos ni paños calientes... con una considerable carga de mala leche, y otras de formas más sutiles e irónicas, pero de un modo que cuesta trabajo no darle la razón. Que ningún lector masculino piense que este es un libro que "no va con ellos", es verdad que es un ensayo principalmente dirigido a las mujeres, especialmente a las adolescentes y mujeres jóvenes que dejaron la adolescencia hace poco, y más que cargar continuamente contra el "patriarcado" al que es verdad que le lanza unos cuantos dardos, es un libro destinado a cambiar la conciencia de las mujeres, Caitlin se considera a sí misma feminista, pero además dice algo que pocos autores se atreven a decir, que todas las mujeres son feministas aunque no lo reconozcan, salvo que sean completamente estúpidas claro, eso no quiere decir que haya un tipo solamente de feminismo, ella en el libro nos muestra su concepto del mismo, e invita a que el resto de las mujeres hagan lo propio, y sobre todo tomen conciencia de la cantidad de veces que son ellas mismas, más allá de las imposiciones externas, las que lanzan piedras sobre su propio tejado. No es un libro que vaya repartiendo tortas continuamente a los hombres por ser como somos y por aprovecharnos de una situación que ya parece haber durado bastante, es sobre todo un libro que trata de golpear la conciencia de las mujeres y pierdan el miedo a confesar abiertamente que son feministas, a despojar a esa palabra de las connotaciones peyorativas que de forma interesada muchos hombres y medios controlados por hombres, pero también muchas mujeres que les siguen el juego, le han dado. Hay también muchas críticas y tirones de orejas a un tipo de feminismo intelectual y erudito que en su opinión ha hecho bien poco la emancipación de la mujer y que incluso ha seguido en ocasiones un camino equivocado, y sobre todo a esa pose estúpida de "mujer triunfadora pero no feminista" que Caitlin hará trizas mostrando las miserias que oculta.

"Ahora, sin embargo, estoy mucho más tranquila; desde que me di cuenta de que es técnicamente imposible que una mujer se oponga al feminismo. Sin feminismo, no te dejarían debatir el lugar de la mujer en la sociedad. Estarías demasiado ocupada pariendo en el suelo de la cocina, mordiendo una cuchara de madera para no estropear la partida de cartas de los hombres, antes de volver a limpiar la cal del retrete. Por eso me hacen tanta gracia esas mujeres columnistas del Daily Mail que se quejan diariamente del feminismo. Te pagan mil seiscientas libras por ello, querida, pienso. Y apuesto a que van a tu cuenta bancaria, no a la de tu marido. Cuantas más mujeres protesten, en voz alta, contra el feminismo, más probarán no sólo que éste existe sino también que disfrutan de sus privilegios, ganados con tanto esfuerzo"


Este no es un libro políticamente correcto, imagino que a estas alturas ha quedado ya más que claro, pero es que además es un libro que está prohibido en muchos países... y en otros publicado de forma censurada, creo que incluso en un país tan supuestamente moderno como Argentina el capitulo dedicado al tema del aborto ha sido censurado, por lo visto a mucha gente le escoció que Caitlin relatara su propia experiencia cuando tras haber sido madre en dos ocasiones se quedó embarazada y decidió que no deseaba tener mas hijos... el hecho de escribir sobre el tema de forma no-culpable, de haberlo relatado con crudeza pero sin moralinas de ningún tipo y haber tenido la conciencia bien tranquila posteriormente con ello es algo difícilmente perdonable... nos hablará de la avalancha de comentarios que recibió al respecto, unos positivos y muchos negativos, pero como bien dice, ninguno de los comentarios donde la criticaban y censuraban por lo que había hecho provenían de gente que se hubiera enfrentado personalmente a una decisión de ese tipo o que hubiera hecho lo mismo que ella, y al revés, los comentarios de ánimo provenían en su mayor parte de gente que sabía por lo que había pasado ella y por lo tanto hablaban con buen conocimiento de causa, que cada cual saque sus propias conclusiones. No he podido evitar pensar en algunos temas procedentes de mi anterior lectura en este blog y hasta qué punto el tema de la "corporeidad" es tabú y maldito... sobre todo cuando entramos en el ámbito de la mujer y su sexualidad, es sin duda un tema aún pendiente en este siglo XXI. 


Capítulos dedicados a los cambios hormonales en un cuerpo adolescente, confesiones íntimas, la menstruación, la masturbación, las primeras experiencias sexuales, las drogas, la vida desordenada y caótica de su niñez y adolescencia, su encuentro con el machismo en su lugar de trabajo, su análisis de personajes públicos, su posición en relación con la opción de la cirugía plástica, el mundo de la moda y cómo sirve de arma en tantas ocasiones contra la igualdad de la mujer, mil referencias a elementos culturales británicos (que han obligado a la traductora a incluir numerosos pies de página), a la música... excelentes esos dos capítulos dedicados a la maternidad, uno donde la defiende a capa y espada y cuenta su propia, y traumática, experiencia... y otro donde explica el porqué piensa que la opción de no tener hijos es igualmente válida.

Antes que nada el libro es una reivindicación del derecho de ser uno mismo, y una defensa de la idea de que efectivamente tal y como expresó Simone de Beauvoir una mujer no nace, se hace, y ello a pesar del peso indudable de la biología... que marca en la adolescencia y en la maternidad el cuerpo de la mujer como si de un hierro candente se tratara, y es que los condicionamientos sociales cuando observamos la vida de las personas, tanto hombres como mujeres, a la larga, de forma global, son lo más importante de todo, porque pueden, y de hecho lo hacen, restringir o multiplicar los efectos de la biología. Esa es la opinión de la escritora británica, y también la mía, en el falso debate de qué tiene más peso si la biología o la cultura en la identidad sexual nos olvidamos de un dato muy importante, hasta que punto uno y otro aspecto se influyen mutuamente, anulándose o reforzándose. Para saber más del tema recomiendo encarecidamente el libro de Cordelia Fine "Cuestión de sexos" uno de los mejores ensayos comentados en este blog en mi opinión.


Lo mejor: Una escritora feminista radicalmente alejada de todos esos tópicos que se le cuelgan habitualmente al feminismo como un sambenito, una lectura trepidante, en ocasiones enormemente divertida, en otras dramática... pero siempre desde el punto de vista de una persona profundamente humana, inteligente, con una capacidad sorprendente para reírse de sí misma y capaz de derretir cualquier muro de indiferencia, y es que estamos en las antípodas de cualquier llamada al rencor o al odio, Caitlin Moran es ante todo una buena persona, y se nota. Muy recomendable.


Lo peor: Abstenerse timoratos, meapilas, machistas irredentos (de ambos sexos), estirados, gente sin sentido del humor y cretinos de todas las tipologías, que nadie así toque este libro ni con un palo. La multitud de referencias a la cultura popular británica de los ochenta y noventa lastran un poco el texto, aunque la escritora narra desde un principio una historia fundamentalmente personal, con ideas por supuesto discutibles como cualquier opinión, no estamos ante un ejemplo de feminismo, ni ante una conducta ejemplar, ni ante un libro que pretenda sentar cátedra ni terminar convertido en manual académico... nada más lejos de la pretensión de la autora ser modelo de nadie, adolescentes incluidas. Es su relato subjetivo de una experiencia, y una colección de opiniones personales, nada menos pero tampoco nada más que eso, no hay que olvidarlo. Quien desee un ensayo "serio" y completo en referencia al feminismo deberá buscar en otra parte, Caitlin orienta su libro hacia el futuro, hacia lo que en su opinión le gustaría que fuera el feminismo del siglo XXI, aun declarándose desde el comienzo en deuda con el feminismo de toda la vida, y en ese marco conceptual hay que valorar su trabajo y si tendrá éxito o no. Naturalmente la crítica de que en el fondo no estamos ante una mujer representativa de la mayoría tiene un buen peso, Caitlin es blanca, vive en un país occidental como el nuestro donde existe, al menos legalmente,  una igualdad entre los sexos, es una profesional de éxito... pero como muy bien expresa en el libro, "hay más de tres mil millones de mujeres en el mundo y al menos la misma cantidad de variantes del feminismo", no estamos ante un tema resuelto ni mucho menos.


2 comentarios:

  1. ¡Qué gracia me ha hecho constatar que a ti con las recomendaciones literarias te pasa lo mismo que a mí (y pienso que a much@s otr@s más les sucede lo mismo) con los familiares e incluso amigos. Es nuestro sino, no nos hacen mucho caso al menos en voz alta porque luego los sorprendemos opinando de manera semejante a nosotros (¿"no me habrá hecho caso?", nos preguntamos). Bueno es así y está bien.
    Sobre el libro, me ha llamado mucho la atención el humor que dices utiliza la autora en el tratamiento del feminismo. Me atrae por estoy también por reivindicar una presencia de la mujer en el mundo sin ocultar su propia condición de mujer con todo lo que ello conlleva pero en completa igualdad con el hombre sin aceptar discriminaciones ni ocultaciones vergonzantes.
    Un libro atractivo sin duda alguna
    Un abrazo

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