lunes, 14 de septiembre de 2015

Lionel Asbo. El estado de Inglaterra


Ficha: "Lionel Asbo. El estado de Inglaterra", Martin Amis, editorial Anagrama, 352 páginas, ISBN: 9788 433 977731 

Hacía ya varios años que no me encontraba de nuevo con este escritor, lo tenía ya casi olvidado hasta que en la reciente lectura en agosto de la biografía de Christopher Hitchens "Hitch-22", en la que le dedicaba un capítulo, me ha vuelto a apetecer leer algo suyo y esta novela, la última publicada del escritor británico y dedicada a su amigo "Chris", me pareció la mejor opción.

A Amis le encantan los personajes miserables y risibles, aquellos a los que puede vapulear a gusto y de los que se puede burlar sin misericordia, ya le ví hacerlo en "La información" con la historia de ese escritor fracasado al que le hace pasar canutas, donde realiza su particular homenaje a la entrada en la cuarta década de vida; y por supuesto en la desternillante "Dinero", para mí sin duda alguna la más ácida y corrosiva visión literaria del feroz consumismo de los ochenta y la época de vacío que inauguraba el capitalismo extremo.

En este caso Amis crea un personaje a medida de los nuevos tiempos, un personaje que encajaría perfectamente con una parte de Inglaterra que detesta... Lionel, un delincuente de poca monta, un sociópata violento e incontrolable, típico subproducto de los suburbios más sórdidos de una gran ciudad británica, último hijo de una múltiple madre soltera que batió los record de precocidad en el mundillo del crimen y la gamberrada al romper con adoquines los parabrisas de varios coches a la tierna edad de casi tres años... carne de presidio, extorsionador y ladrón, aficionado al porno de mal gusto y las prácticas sadomaso, capaz de aguantar como nadie las drogas y el alcohol, y que vive junto a su sobrino huérfano en uno de los destartalados bloques de apartamentos del imaginario suburbio de Diston. En sus labores de extorsión se hace acompañar de vez en cuando por un par de perros pitbul, Jeff y Joe, a los que alimenta con un compuesto de carne picada y abundante salsa tabasco amenizado de vez en cuando con una buena borrachera de cerveza "cobra". Su sobrino de quince años, Desmond, representa el polo opuesto de su tío, sensible, estudioso, buena gente... vamos un santo al que la vida rodeado de tanta inmundicia no llega a manchar, y que a pesar de todo quiere a su tío Lionel ya que tras la muerte de su madre él se encargó de acogerle y cuidarle... a su manera, ya que para casi todo constituye una especie de "antipadre", un ejemplo en negativo de todo lo que NO hay que hacer en la vida. 


Por un capricho de la fortuna durante una de sus frecuentes estancias en la cárcel Lionel resulta agraciado con un inmenso premio de la lotería, más de ciento cuarenta millones de libras, ¿dará su vida dará un giro inesperado?... no necesariamente, en la actual Inglaterra, esa que Martin Amis desea poner en la picota en esta novela, el dinero acarrea automáticamente un socio no deseado, la fama, la que proporcionan las revistas del corazón, los tabloides-basura que tanto abundan allí y que casualmente son la única lectura del protagonista. En ese mundillo no importa quien seas, lo que hayas hecho en la vida y la procedencia de tu dinero... máxime cuando un personaje como Lionel puede proporcionarles tantos titulares "jugosos" donde lo tratan poco menos de delincuente, de subnormal y drogadicto, y donde especulan cuando y como caerá su próxima condena a prisión... sin importarles los periódicos que les esté ayudando a vender o el daño que puedan ocasionar, mundo marginal del crimen de poca monta y mundo de la prensa del corazón se dan la mano y parecen congeniar de maravilla. 

Dos mujeres vendrán a añadir "chicha" a la trama, la encantadora Dawn, novia de Desmond, una mujer inteligente que engrandece los horizontes del santo de Diston, y Threnody, una ambiciosa modelo, como no, que acude a la llamada del dinero de Lionel y demuestra cierto arte a la hora de manipularle... aunque Lionel no es fácil de influenciar, sus vicios y viejos hábitos pesan demasiado todavía sobre él y no dejará de meterse en problemas, aunque ahora gracias a su dinero estos alcanzarán dimensiones épicas... También por todo el libro planea la amenaza de que Lionel descubra el "affair" que un quinceañero Desmond tuvo con su propia abuela y madre de Lionel "Grace" , única mancha en su inmaculado curriculum, y que podría ser la última si su tío se entera, esta solitaria y amargada mujer será con diferencia el personaje más sufrido y desgraciado del libro.

Durante la novela se sucederán las situaciones disparatadas, uno no sabe lo que ocurrirá a la vuelta de la página con una fuerza de la naturaleza como Lionel, ahora más desatada y sin control que nunca gracias a su dinero... Amis realiza todo un ejercicio de ironía e imaginación al fantasear con lo que haría una escoria humana semejante, a cuyo lado nuestro personaje cinematográfico "Torrente" es un lumbreras, con ese caudal de dinero. Su retrato del desastre de la política social inglesa, del mundo de los suburbios y de la prensa del corazón con su afición por los personajes más chuscos y sórdidos de la sociedad, siempre que tengan dinero, no puede ser más ácido y cruel. A pesar del contenido irónico y humorístico en general de la novela, se respira también cierto desánimo y derrotismo al contemplar el estado en el que está el país. El carácter violento y vengativo de Lionel planeará durante casi todo el relato, añadiendo una especie de tensión no resuelta que amenaza con explotar y añadir una dosis considerable de tragedia que nos estropee el chiste... 

Lo mejor: Un retrato despiadado de la sociedad inglesa que difícilmente dejará indiferente a nadie. En esta novela tenemos de nuevo de vuelta al Amis más cáustico y burlón que se ensaña a placer con su querida patria. Fantástico el tremebundo personaje de Lionel, a la altura sin duda del mítico John Self de "Dinero", capaz de dar tanto juego y acaparar la acción.

Lo peor: Se apuntan los excesos y los problemas... pero no se va más allá, no hay referencia alguna, por indirecta que sea, a las causas de como se ha llegado a esto. Da la impresión de que Amis podía haberse "encarnizado" algo más con el tema y llegado algo más lejos. A pesar de todo sigo prefiriendo a John Self... al menos este tenía un monólogo interior que resultaba interesante, Lionel es demasiado animal y malvado para resultar remotamente simpático, uno desea casi desde el principio que se lo coman sus propios perros bien aderezado con el tabasco que les da.

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