miércoles, 11 de marzo de 2015

Un antropólogo en Marte


Ficha: "Un antropólogo en Marte", Oliver Sacks, editorial Anagrama, 404 páginas, ISBN: 978 8433966 889

Oliver Sacks se nos muere, el pasado diecinueve de febrero Internet se hizo eco de una carta publicada por el famoso neurólogo en el New York Times donde anunciaba su inminente final debido a un cáncer de hígado ya en fase terminal. 

A pesar de su avanzada edad, 81 años, todavía gozaba de una envidiable salud tanto física como mental... hasta el momento presente en el que sus médicos no le dan ya más que unos pocos meses de vida, el nueve de julio cumplirá los 82 años... si vive para contarlo, lo que es claro es que no verá otra navidad.

Recordé en ese momento que tenía uno de sus mejores libros sin leer en mis estanterías, adquirido hace ya casi dos años y puesto en lista de espera, decidí que era el momento perfecto para leerlo y volver a emocionarme con las historias que cuenta en sus obras este gran científico y mucho más impresionante ser humano. La lectura de este "Un antropólogo en Marte" no me ha decepcionado ni un solo momento, es más, lo recomiendo encarecidamente para todos aquellos que no le conocen o que ya en su día disfrutaron con cualquiera de sus libros publicados. En este mismo blog comenté hace ya un par de años "El hombre que confundió a su mujer con un sombrero", un libro que no solamente dejaba para la posteridad una colección verdaderamente insólita de trastornos neurológicos, sino que quedaba empapado de principio a fin de la inmensa humanidad de su autor y nos hacía caer en la cuenta en más de una ocasión como el mundo que percibimos a través de nuestros sentidos está moldeado por nuestro cerebro hasta extremos insospechados.

Todo cuanto apuntaba entonces en mi comentario se podría aplicar en este otro libro escrito por Sacks doce años más tarde, el tiempo transcurrido entre ambos libros no lo hizo en balde y aquí encontramos a un escritor más maduro y concienzudo, en cierta forma es como el libro anterior elevado al cubo, una verdadera obra maestra de la literatura médica. Siete casos insólitos relatados con todo lujo de detalles y que nos llevarán a la vida de siete personas marcadas por una peculiaridad única, no exenta por desgracia en varias ocasiones de tragedia, que dan pie a que el autor se explaye a conciencia sobre lo que sabemos, o al menos se sabía en 1.997, sobre el funcionamiento de determinados aspectos del cerebro.

Ante todo la idea de Sacks no es la de presentar una especie de "parada de los monstruos" y alimentar el morbo del lector, deja muy bien claro en el prólogo que su intención primera y única es demostrar la plasticidad del cerebro, de que veamos como este es capaz de modificarse ante una determinada anomalía o carencia y como la persona que la sufre es capaz de, a pesar de sus limitaciones, llevar una vida digna que podíamos calificar de "normal"... si es que ese término tiene algún sentido. No es por lo tanto una sucesión de enfermedades o derrotas, sino de victorias, en ocasiones contra todo pronóstico, que demuestran la increíble plasticidad de ese misterioso órgano rosado que alojamos en nuestro cráneo.
  

Cada capítulo posee varias facetas, la primera es lógicamente la historia protagonizada por el enfermo de turno, una historia personal en la que el mismo Sacks se implicó hasta extremos dificilmente exagerables como comentaré más adelante. La otra faceta consiste en una parte divulgativa donde merced a la dolencia o la característica anómala del protagonista Oliver nos sumerge en el historial de las teorías de la neurociencia en un intento de explicar qué ha ocurrido, qué es lo que ha salido mal y su posible evolución. Finalmente el autor no ahorrará esfuerzo en mostrarnos su peculiar modo de ver esa patología y la relación personal del autor con el enfermo... Sacks, es muy importante decirlo, trató personalmente a cada uno de esos enfermos, se fue de viaje con alguno de ellos, conoció su entorno familiar, les hizo pruebas médicas y test de aptitudes en su mismo domicilio... ninguno de ellos fue a visitarlo a su consulta y ninguno de ellos le pagó un solo dólar por sus atenciones, todo fue fruto de una labor de investigación personal cuyas conclusiones podemos leer en este fascinante libro.

"El caso del pintor ciego al color" nos presentará al primer protagonista, un hombre, pintor de profesión, que a raíz de un accidente sufre una ceguera total para percibir colores... de ser una persona no solamente sensible al color, sino especialmente dotada para distinguir los más tenues matices debido a su trabajo, a mostrarse completamente incapaz de distinguir uno de otro y verlo todo en una gama, horrorosa, de tonos de gris y negro. El caso dará para una larga argumentación divulgativa sobre el color y las diferentes teorías a cerca de su percepción a lo largo del tiempo. 

"El último hippie" nos llevará al triste caso de un muchacho aquejado de una dolencia cerebral, en parte por enfermedad y en parte por abuso de las drogas que destruyó parte de los lóbulos frontales de su cerebro que lo dejaron sumido en una especie de "paz espiritual" permanente ... aparte de ser incapaz de recordar ningún suceso posterior a 1.969, una vida permanentemente fijada en la década de los sesenta sobre los que posee una excelente memoria, a largo plazo, con una prácticamente nula memoria a corto plazo que se resetea una y otra vez.

"Vida de un cirujano" nos muestra a un cirujano canadiense aquejado de un agudo "sindrome de Tourette", es decir una alteración neurológica que le lleva a sufrir numerosos "tics" incontrolables, tales como lanzar exclamaciones sin sentido, tocar continuamente los objetos cercanos a él, dar saltos o agacharse de forma compulsiva etc etc... y sin embargo ninguno de estos tics le impedían atender a sus pacientes en el quirófano o pilotar una avioneta... de hecho Oliver en el momento de terminar su visita al cirujano se atreve a realizar un corto vuelo desde la ciudad canadiense donde vive hasta Calgary para tomar el avión que le devuelva a Chicago... el libro recoge las impresiones de miedo que pasó el doctor al ponerse en manos de un enfermo semejante. Ni que decir tiene que tanto en el ejercicio de su profesión o pilotando un avión, o conduciendo su coche a toda velocidad por carreteras casi intransitables, el hombre daba muestras de padecer enfermedad alguna :-D

"Ver y no ver" trata sobre una de las mayores alegrías que podríamos darnos en esta vida, ¿cual podría ser esta aparte de volver a recuperar a un ser querido dado por muerto?... recuperar algo querido y valioso para nosotros, la vista. Tras la lectura de este capítulo tendríamos que decir "depende" ... porque si la recuperación de la vista la consigue alguien en edad madura y ciego de nacimiento podría no ser tan bueno como parece. La forma en que nuestro cerebro interpreta las imágenes visuales y como el "ver" no es ninguna facultad pura sino más bien un aprendizaje será el protagonista temático de este capítulo, sin duda alguna el más triste del libro.

"El paisaje de sus sueños" nos trae la historia de un hombre de memoria prodigiosa obsesionado con su antiguo pueblo, un pueblo al que no ve desde hace treinta años... súbitamente a consecuencia de una enfermedad que afecta a su cerebro comienza verlo e imaginarlo de una forma tan vívida que se convierte ya desde entonces en su principal motivo de vivir, llegando a dedicarse a la pintura simplemente para pintar una y otra vez las calles, que daba ya por olvidadas, y los lugares del pueblo tal y como lo recuerda... un recuerdo increíblemente detallado y que le hará pasados unos años y a pesar de sus reticencias iniciales volver al pueblo para "refrescar" su memoria tras haber pintado cientos de cuadros con el mismo tema sacado de su mente. Sacks naturalmente viajará a Italia, a ese añorado "Pontito", un villorrio a sesenta kilómetros de Florencia para ver con sus propios ojos, y asombrarse, de la exactitud de la visión retrospectiva de su paciente. La memoria, la forma en la que esta se reconstruye, el como la falseamos con cada rememoración, el sitio en el que se aloja en el cerebro... todo un tema apasionante con el que Sacks volverá a lucirse en el libro.

En "Prodigios" se adentrará en el tema principal del libro, ocupado por los dos últimos capítulos, el autismo y este en su fase menos grave pero más peculiar, el llamado "síndrome de Asperger" de la mano de históricos prodigios que sufrieron esta patología que les impedía comunicarse con sus semejante pero que a la vez les proporcionaba, solo a algunos es cierto, unas habilidades únicas, en ocasiones en el campo de las matemáticas, otras veces en el campo de la música o el dibujo... uno de estos últimos, un chico británico, será el protagonista de este capítulo. El muchacho dotado de una vista fotográfica y un talento inusual para el dibujo depende en cambio casi enteramente de su familia para multitud de cosas. Su incapacidad para relacionarse con otros seres humanos por su ausencia de empatía, su mundo privado y aislado sobre el que dificilmente puede hablar, sus excentricidades... pero también su peculiar humanidad intrigarán a Sacks que aprovechará para hablar largo y tendido de esta conocida, y últimamente muy de moda, patología del comportamiento.

Finalmente el libro termina con el mejor capítulo de todos, el que da título al libro "Un antropólogo en Marte" nos cuenta la historia de una mujer, ingeniero industrial de profesión, que a pesar de padecer el síndrome de Asperger es capaz de relacionarse con los demás... aunque sea realizando un esfuerzo de fingimiento y adaptación. Una mujer mucho más "empática" con los animales que con las personas, con los primeros posee una sensibilidad fuera de lo común, lee sus expresiones y señales, es capaz de ponerse en su lugar y de hecho ha convertido esa habilidad en su principal baza como diseñadora de mataderos y granjas industriales, al percibir mejor que nadie las necesidades no solo físicas, sino psicológicas del ganado. La frase que da título al capítulo es de ella... cuando comenta que cuando estudia a los demás seres humanos le parece ser precisamente eso... "un antropólogo en Marte", porque para ella los humanos somos incomprensibles, marcianos. Oliver nos relatará con su habitual mezcla de rigor científico y ternura, una mezcla realmente dificil de encontrar, su relación con esta peculiar mujer y toda la problemática de su "enfermedad"... puesto así con todas las comillas del mundo, ya que al término del mismo uno no sabe realmente quien es el enfermo y el normal, si ella o nosotros.



Lo mejor: Una colección de historias apasionantes, llena de información sobre muchas curiosidades del cerebro humano. Un libro de divulgación maravilloso que recomiendo encarecidamente a cualquiera que se interese por temas relacionados con el cerebro, mil veces más emocionante que cualquier seco tratado sobre neurología.


Lo peor: Que la carrera como escritor y divulgador científico de Sacks llegue a su fin... ojala hubiera vivido hasta los cien años, ojala tuviera un digno sucesor, porque neurólogos brillantes y buenos divulgadores los hay, Antonio Damasio sin ir más lejos, pero que sean también buenos comunicadores y excelentes personas... solo hemos tenido un Oliver Sacks y dificilmente habrá otro como él, ojala sus últimos meses de vida sean felices y productivos... y ojala todos podamos ver algún libro suyo publicado este año ya que prometió en su carta que trabajaría con más ahinco que nunca hasta el fin de sus días ¡bravo!...


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