martes, 28 de enero de 2014

Los asesinos del emperador

Ficha: "Los asesinos del emperador", Santiago Posteguillo Gómez, editorial Planeta, 1.108 páginas + apéndices, notas históricas, mapas etc... ISBN: 978 840 80 13242

Lo confieso, la literatura histórica nunca ha sido santo de mi devoción, en general prefiero la historia pura y dura, los ensayos históricos antes que cualquier ficción novelada por muy bien ambientada que esté. Hay un hecho que hace que me acerque a este tipo de literatura con mucho escepticismo y cautela, en la última década han proliferado las novelas de este género como las setas, sobre todo de autores españoles... lo cual me hace desconfiar mucho más ante el hecho, o quizás prejuicio, de que entre tanto título ha de abundar forzosamente la mediocridad. Creo que con la presente son ya unas tres las que comento en este blog... una cantidad insignificante entre un conjunto de más de doscientos setenta libros leídos y comentados en cinco años.

Sin embargo hay un nombre que ha captado mi atención en tiempos recientes, el valenciano Santiago Posteguillo es una de esas referencias del género que hay que leer o conocer si uno tiene un mínimo de interés en la novela histórica escrita en castellano. Su trilogía dedicada a las guerras púnicas "El hijo del cónsul", "Las legiones malditas" y "La traición de Roma" son prácticamente las únicas novelas del género que me han tentado lo suficiente como para considerar seriamente su adquisición y lectura. Ha sido sin embargo la publicación de su último trabajo "Circo Máximo" la gota que hizo colmar el vaso de mi curiosidad por así decirlo. De modo que aprovechando la ocasión de hacer un regalo a un familiar muy próximo me hice con este ejemplar del primer volúmen de esta segunda trilogía... bastante más ambiciosa aunque de momento inconclusa que la ya mencionada. Si la primera incursión de Santiago se centraba en el apasionante periódo de las guerras púnicas esta otra nos ofrece la recreación de la figura del emperador Trajano y de la Roma de sus días.


Para algunos el hecho de que Marco Ulpio Trajano fuese el primer emperador romano nacido en una provincia, la Bética en este caso, y más concretamente en Itálica (muy cerca de la actual Sevilla) habrá constituído el elemento principal, el "gancho" vamos a la hora de valorar esta nueva trilogía... personalmente me da lo mismo que Trajano fuese el primer emperador "made in Spain", lo que me interesa de su figura es que su mandato puede considerarse el "techo" del imperio romano. Con Trajano al frente el imperio romano vivió su época de mayor expansión, nunca gobernó territorios tan extensos... desde la frontera de Escocia a las arenas del Sáhara y desde el estrecho de Gibraltar a los desiertos de Siria. Fue un momento fugáz ya que su sucesor, Adriano, abandonó parte de lo conquistado por su tío Marco Ulpio, de modo que el imperio nunca recuperó ya la extensión que llegó a tener bajo el mandato del emperador hispano. Estamos acostumbrados a ver en series y películas sobre Roma el período de Julio Cesar e inmediatamente posterior con la caída de la República y la proclamación del Imperio, una época fascinante sin duda, pero que suele dejar olvidada mucha historia posterior tanto o más interesante.

La novela histórica parte de un hándicap bastante importante, el lector ya conoce el desarrollo de los principales acontecimientos, o al menos debería conocerlos, y naturalmente siempre tiene la opción de informarse antes de terminar o comenzar su lectura, por eso por mucho que el escritor de turno se esfuerce en crear tensión dramática o intriga tiene en cierta forma "luchar contra los elementos", conseguir lo imposible, que algo ya conocido capte de tal forma el interés del lector que este consiga terminar, por ejemplo, un "tocho" del volúmen de este primer tomo de la trilogía sobre el emperador hispano. Pues bien, Santiago lo consigue completamente, su relato cautiva al lector desde la primera página, la narración fluye ágil y amena, se dosifica la acción, hay cierto desorden cronológico hábilmente utilizado para picar la curiosidad del lector... sabemos el "que pasó", pero desconocemos el "como" y toda una serie de circunstancias que habrá que ir descubriendo a medida que progrese la historia. Sí, son más de mil cien páginas... pero convenientemente troceadas en 151 capítulos y varios hilos narrativos paralelos que hacen que el lector no sepa que le espera de un capítulo a otro.

Asistimos de buenas a primeras a un complot para asesinar al emperador de Roma, Domiciano en aquellos momentos, conoceremos a los principales protagonistas del mismo... pero desconoceremos sus circunstancias personales y el motivo, Trajano y su familia nos serán presentados, la novela hablará de hechos del pasado... que más adelante nos serán narrados "en directo". Ese aparente desorden y saltos atrás y adelante en el tiempo forman para mí uno de los mayores alicientes de la narración, aunque el principal, tal y como reconoce el propio autor, ha sido la recreación tan minuciosa de la Roma de aquellos días del primer siglo de nuestra era. El libro además en sus apéndices, al menos en su cuarta edición en rústica que es la que he leído,  recoge un glosario de términos latinos, mapas y croquis de las batallas que aparecen en la narración, dibujos de los diferentes tipos de gladiadores que se nombran en el libro... notas históricas. Todo un regalo para el lector aficionado a la historia, sobre todo historia antigua, como un servidor.

Historia e historietas aparte el libro, y seguramente toda la trilogía sobre Trajano, ofrecen una interesante reflexión sobre el ejercicio del poder. Esta primera entrega nos ofrece dos perfectos ejemplos negativos sobre lo que NO hay que hacer cuando se ostenta el poder, máxime cuando este es prácticamente absoluto. Lo tenemos expresado perfectamente en las figuras del emperador Domiciano y el rey dacio Decebalo. El primero vendría a representar al típico tirano paranoico y endiosado, nunca mejor dicho en el caso del desgraciado Domine et Deus de la dinastía Flavia. Alguien lleno de miedo al que el poder le ha venido grande, y que vive en un perpetuo estado de sospecha de traición con la única voluntad de satisfacer sus más bajos apetitos. Decebalo es aparentemente el reverso de esta moneda, a la cobardía de Domiciano contrapone el valor, o más bien la temeridad, del que se cree un gran conquistador y sueña con expandir sus dominios mediante la guerra... ha detectado la debilidad, o aparente debilidad, de su odiado enemigo, el Imperio Romano y está decidido a aprovecharla. Ante ambos malos ejemplos Trajano opondrá sentido común, devoción y entrega absolutas no por su persona ni por la gloria de la conquista, sino por su pueblo y todo ello con la paz en mente... aunque tenga que luchar por ella.

En este primer libro hemos visto los cimientos de su carácter, un soldado que hace su trabajo de forma eficaz, austero, trabajador y leal al imperio hasta la muerte, que ha sido llamado a ocupar el trono imperial por avatares de la fortuna. Una isla de honestidad en un mar de corrupción y vilezas, en definitiva un romano de una pieza, aunque naciese a miles de kilómetros de distancia de Roma, que encarna los mejores valores que convirtieron a aquella perdida aldea de campesinos del Lacio tributaria de los reyes etruscos, en la fundadora del imperio más universal que el mundo ha conocido. Tengo curiosidad por ver su evolución personal al mando de ese enorme y a la vez tambaleante imperio, donde nada resulta fácil y las apariencias son casi siempre engañosas. Un mundo antiguo que todavía tiene cosas que descubrir y enseñar a sus descendientes veinte siglos después.

Lo mejor: Entretenido, ameno... apasionante por momentos, Posteguillo es un narrador excelente que domina muchos recursos y sabe como enganchar al lector y mantenerlo en vilo, incluso aunque conozca la historia lo suficiente como para anticiparse al argumento principal de la novela. La continuación de esta historia y las tribulaciones del bueno de Marco Ulpio no tardarán en aparecer por mi biblioteca y este blog. Ideal para lectores "glotones" a los que guste devorar páginas y páginas con el "piloto automático" puesto... en este caso la narración consigue que el lector viaje al pasado y se meta de lleno en la historia, sociedad y vida cotidiana de la Roma del siglo I. Todo un ejemplo magnífico de lectura de evasión que no puedo más que recomendar.


Lo peor: No todos los personajes quedan bien perfilados, en algunos el autor se esfuerza en darles relieve y mostrar una cierta complejidad psicológica y no siempre lo consigue, con otros nos encontramos directamente con monigotes de cartón piedra. No estamos ante un ensayo histórico, sino ante una novela, de ahí las muchas licencias que se permite el autor sobre la historia del periodo en el que transcurre la obra y por supuesto su particular interpretación de muchos hechos sobre los que no hay una versión oficial, o bien, las fuentes son bastante dudosas. Creo que el "malvado" Domiciano se merecía un retrato más complejo y también que la história podía haberse centrado más en Trajano... aspecto este último que seguramente habrá sido suplido con creces en la siguiente entrega.



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