El mundo necesita terapia

Ficha: "El mundo necesita terapia", Pedro Jara Vera, edición a cargo de "Regenera-Consciencia de cambio",  152 páginas, edición gratuíta descargada de la red en la web de los editores: www.regeneraconsciencia.org.

Supe de este ensayo del psicólogo murciano Pedro Jara Vera a través de un comentario vertido en Facebook por uno de nuestros contactos comunes. Como siempre ando al acecho de cualquier material distribuído de forma gratuíta en la red, máxime en este caso cuando ha sido dispuesto así por sus autores, decidí que tenía que bajarme este ensayo y al menos echarle una ojeada por si valía la pena leerlo. Me gusta el tema del libro y si encima se encuentra disponible en la red, y el mismo autor anima a su difusión de forma altruísta el reclamo era demasiado grande como para ser desatendido por mí.

El libro viene a ser una especie de carta de presentación de esta organización empeñada en hacer de este mundo un lugar mejor, y hacerlo a su manera, mediante la educación, la participación ciudadana real en las instituciones democráticas, promoviendo el respeto al medio ambiente y al consumo responsable, impulsando una nueva mentalidad empresarial con principios éticos... se podría resumir en una sola frase, un cambio de la consciencia a nivel global.

El autor desde su experiencia como psicólogo lo tiene bien claro y así lo expone desde el comienzo, si el conjunto de la sociedad no es más que un agregado de individualidades nada se puede hacer para cambiar la misma únicamente de forma externa, hay que comenzar por lo más básico, con un cambio de mentalidad individuo por indivíduo. En el libro hay un símil bastante bueno sobre la necesidad de atacar a los problemas diréctamente en sus raíces y no contentarse con podar las ramas o talar el tronco. 

De ahí que se ahonde desde el comienzo en temas psicológicos tratando el mundo de forma global como si de una supermente se tratase, como de un solo paciente, aunque compuesto de miles de millones de individualidades distintas, que enfocando siempre las cosas de forma global tiene serias dificultades que podríamos calificar de graves patologías. De ahí el título, que no solamente tal o cual individuo, o la sociedad occidental, o tal o cual país necesitan terapia... sino que es el mundo entero. Una terapia por otra parte nada sencilla, una terapia que choca frontalmente con una serie de creéncias socialmente muy admitidas, incrustadas incluso en el inconsciente colectivo, que no hay más remedio que ir cambiando si queremos que el mundo sea un lugar mejor o donde al menos se pueda, en general y no solamente  unos pocos privilegiados, vivir con unas condiciones mínimas de paz, seguridad, calidad de vida y esperanzas bien fundadas de ser feliz.

El libro sigue una estructura ejemplar y metódica, se presenta la enfermedad, sus síntomas y sus causas, los errores y sesgos de pensamiento habituales y generales que nos han abocado a esta situación, tales como: La tendencia al pensamiento a corto plazo, la atracción por el liderazgo carismático (con carencia de sentido crítico), la manipulación y control informativo por los dueños de los medios, los diferentes sesgos y distorsiones cognitivas... y también y muy importante, la aceptación de esta situación por parte de los individuos y sus mecanismos de defensa psicológicos para justificar lo injustificable, mecanismos similares a los que utilizaría un adicto al juego o a las drogas, negando la realidad o quitándole importancia, exagerando sus aspectos positivos y minimizando sus desventajas... etc etc. El libro es bastante interesante y detallado en estos apartados donde más de un lector se verá, o más bien nos vemos, retratados.

Un apartado bastante "jugoso" y donde lamentablemente creo que Pedro no se extiende lo suficiente es en aquel donde se trata lo que él llama "Creencias disfuncionales", supuestas verdades aireadas y difundidas de forma constante por el mundo de la propaganda política y la publicidad y que no solamente no ayudan a esa evolución de la consciencia global imprescindible para un cambio real y progresivo hacia un mundo mejor, sino que funcionan exáctamente como freno al cambio y continua autojustificación de una situación deplorablemente enfermiza. 

Finalmente el libro termina en un capítulo dedicado a la dirección que deberían llevar las posibles soluciones, la "terapia" propuesta está en su mayor parte inspirada en el libro "La economía del bien común" de Christian Felber, algunas más fáciles de poner en práctica, otras de muy dificil implementación salvo en un futuro que no se presenta cercano en absoluto, alguna bastante discutible; pero todas sin duda muy interesantes. Sin duda el libro de Felber será una de mis próximas adquisiciones y lecturas.

En el siguiente enlace se puede leer una larga, e interesante entrevista a su autor.

Lo mejor: Un buen trabajo que vale la pena leer, mueve a una sana reflexión, se puede conseguir de forma gratuíta en la red, algo indudablemente bueno en estos tiempos que corren, y que apunta a algo que tantos ya sabemos o intuímos desde hace tiempo: que la culpabilización a las instituciones cómplices, a la clase política corrupta, a los poderes económicos faltos de la más mínima ética y decencia, medios de comunicación vendidos y demás estructuras de organización y poder, sin duda parte activa del problema es en gran medida cierta; pero que a su vez esto no ataja la raíz del problema y es que en general se confunden las causas con los síntomas. El trabajo de Pedro Jara va en esta dirección, en mostrar lo que hay en la raíz de todo y por ello merece los mayores elogios. Excelente la bibliografía que hay al final del mismo, toda de obras traducidas al castellano y más o menos fáciles de encontrar.

Lo peor: Como bien apunta Pedro en la entrevista del enlace, los que más deberían leer este libro no lo harán, a pesar de ello sin duda es un ejercicio que nos viene bien a todos. Creo que el libro debería contener más ejemplos, que lo aligeraran y le restaran un poco de densidad de ideas, y haber sido un poco más ambicioso, no en su planteamiento general, donde ya abarca quizás demasiado, sino en sus explicaciones en algunos apartados... termina sabiendo a poco.