viernes, 1 de noviembre de 2013

Cuentos filosóficos

Ficha: "Cuentos filosóficos", Martin Cohen, editorial Ariel, 338 páginas, ISBN: 9788434488052

Martin Cohen es un filósofo británico, editor de la publicación "The philosopher" y autor de varios libros de divulgación filosófica de gran éxito, como "101 problemas de filosofía", todo un clásico del género, y el últimamente publicado en castellano "101 dilemas éticos" que espero comentar pronto en este blog. Posee como la mayoría de los escritores de filosofía destinados al gran público un estilo simple y directo que huye como la peste de la terminología técnica habitual de esta rama del saber, podemos pues encuadrarlo perfectamente con otros grandes divulgadores como Niguel Walburton, Alain de Bottom o Jules Evans, autores ya ámpliamente comentados en este blog.

Martin apunta muy alto con esta obra ya que trata de ofrecer algo diferente al habitual lector de obras filosóficas, y ese es a la vez el punto fuerte y el principal defecto de este libro.Como punto fuerte y principal virtud posee su originalidad, ya que se centra principalmente en la vida personal de una serie de importantes filósofos, trata de mostrarnos no solamente un paralelismo evidente entre su pensamiento y su obra sino principalmente la contradicción entre ambas. Los filósofos pueden ser y de hecho son seres humanos tan débiles, inconsecuentes y contradictorios como el resto de los mortales, y ese es el principal tema del libro, un espíritu iconoclasta que intenta tirar por tierra determinados mitos y ofrecer un retrato nada idealizado, y en ocasiones también nada amable, de estos ídolos de la filosofía. 

Ese es según mi personal punto de vista la principal objección que se puede reprochar al libro, Martin llega demasiado lejos y hay momentos en los que parece que estamos leyendo una crónica de cotilleos de la prensa del corazón. Tampoco es un libro que esté demasiado bien documentado, alguna historia que cuenta resulta contradictoria con cosas que ya conocía y tengo mis motivos para dudar de la fiabilidad de las fuentes en las que se apoya el Sr. Cohen, por no decir que más de uno de los epítetos, que de forma gratuíta, dedica a alguno de los filósofos y pensadores reseñados está de más, como alguna de las frases despectivas que dedica a Steven Pinker por ejemplo... en mi opinión el Sr. Cohen se debería lavar la boca con agua y jabón antes de mencionarle siquiera. En definitiva se pasa de rosca y ofrece una visión excesivamente sesgada y personal. Hay capítulos interesantes, como el dedicado a Hume y Platón, y otros francamente malos y mediocres como el dedicado a Spinoza por ejemplo, Bertrand Rusell también se lleva su buena carga de críticas, inmerecidamente creo, y llega incluso a coquetear con la idea de que Sartre plagió muchas de las ideas de su amada Simone de Beauvoir... algo que no puede demostrar. 

Mucho más benévolo se muestra con otros como Leibniz, Stuart Mill o Tomas Hobbes, en ocasiones como en este último se centra en asuntos que nada o poco tienen que ver con su filosofía como la peculiar obsesión del filósofo inglés por encontrar una solución matemática a la cuadratura del círculo, o la relación entre John Locke y el negocio de la esclavitud. A pesar de todo se nota el buen hacer de Martin como narrador de historias, por mucho que en este caso la filosofía y el pensamiento de los protagonistas pase muy a segundo plano en demasiadas ocasiones. También es interesante el añadido final en el que hace un repaso, demasiado breve y escueto, por las mujeres filósofas, las grandes olvidadas... sin embargo incluso en este apartado no puedo más que reseñar el "ombligismo", por no decir ya directamente catetismo de este snob autor británico ... un repaso por las grandes figuras femeninas de la filosofía que no incluya a Simone Weil, Marie de Gournay o nuestra María Zambrano... ¿qué pinta aquí el capítulo sobre Benjamin Lee Whorf? ¿por qué no dedicó un capítulo a Nietzsche y a Andreas Lou Salomé?. Facilón también me parece el capítulo a Schopenhauer, tan fácil de criticar por su mal genio y aquel incidente de la costurera, o a Heidegger, tan fácilmente crucificable por sus afinidades con el nazismo.

Si algo habría que salvar de este libro es el espíritu con el que está escrito, la idea que esgrime en su prólogo, la de mostrar unos vívidos retratos humanos de los grandes filósofos, con sus debilidades, sus influencias y las supuestas omisiones de la historia "oficial"... por desgracia me parece que tras apuntar tan alto en esa interesante declaración de intenciones finalmente la obra termina haciendo aguas.

Lo mejor: La visión iconoclasta y ácida de las grandes figuras de la filosofía, en ocasiones acertada, otras menos, pero que mueve a la reflexión, lo cual sin duda es una virtud para todo libro sobre filosofía que se precie. Son interesantes también muchas de las historias que cuenta, en ocasiones en contradicción con la versión "oficial", así como la supuesta apropiación de ideas, como en el caso ya señalado de Sartre y también en el caso de Descartes, Platón o Wittgestein. Solo recomendable para aquellos fanáticos de la filosofía dispuestos a lidiar con todo tipo de material y que ya anden un poco de vuelta de los habituales libros de divulgación básicos y facilones.

Lo peor: Cohen vuelca demasiado sus antipatías y simpatías personales, la omisión de Nietzsche es simplemente imperdonable por no decir algo peor. Hay capítulos interesantes y muy recomendables y los hay rematadamente estúpidos. Que nadie busque en esta obra una guía del pensamiento o la obra de ninguno de los filósofos retratados, es un conjunto de historias personales, paralelas, un conglomerado de chascarrillos, no siempre interesantes y que al final culminan en lo que es, una obra en conjunto olvidable y mediocre, por mucho que también tenga, y lo reconozco, su interés. Al final me ha decepcionado bastante, esperaba mucho más de este autor... que le vamos a hacer, como dice el refrán, "hasta el mejor escribiente hace un borrón de vez en cuando", este libro es sin duda un borrón en el curriculum del afamado filósofo británico y también uno de los más prescindibles de mi biblioteca filosófica.


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