martes, 19 de marzo de 2013

La Vía



"Ya no basta con denunciar. Ahora es preciso enunciar. No es suficiente reconocer la urgencia. También hay que saber empezar: empezar definiendo las vías que podrían conducir a la Vía. El mensaje que revela la Vía se está elaborando, y queremos contribuir a ello con esta obra"

 
Ficha: "La Vía", Edgar Morín, Editorial Paidós, 291 páginas, ISBN: 9788449325939

Edgar Morín es uno de los pensadores más lúcidos y famosos de nuestro tiempo, a pesar de su edad, cuatro años mayor que Zygmunt Bauman, es decir noventa y dos años ya, posee una visión de conjunto de los problemas de la humanidad que otros quisieran. 

Doctor honoris causa por veinticuatro universidades repartidas por todo el mundo, este francés que participó activamente en la lucha de la resistencia contra la ocupación alemana, que perteneció al partido comunista... del que fue expulsado en 1.952 por su postura crítica, se manifestó así mismo contra la política francesa en la guerra de Argelia y ha mantenido desde siempre una actitud de compromiso social que queda bien patente en este libro. El mismo se remite a una obra anterior, su obra cumbre sobre su teoría del pensamiento complejo, la particular obsesión de Morín ha sido la de vincular los distintos saberes de la humanidad poniendo especial énfasis en los peligros de la fragmentación del conocimiento. Esta teoría que pretende unificar y encauzar las distintas disciplinas científicas es usada como hilo conductor a la hora de enfocar esta obra. La publicidad de su portada anuncia que se han vendido más de 100.000 ejemplares en Francia, un número importante para un ensayo... tras su lectura uno lamenta que el nivel de ventas no sea mucho mayor y no solamente en el país vecino.

La misma consiste básicamente en una primera exposición de los problemas a los que se enfrenta la humanidad, un análisis de los mismos y la necesidad de afrontarlos conjuntamente, en todos sus diferentes aspectos, siendo consciente de como se relacionan unos con otros... de ahí que las soluciones propuestas tengan que actuar en distintos frentes, desde las instituciones democráticas hasta la reforma del sistema educativo y también la forma de pensar y actuar de los individuos aislados... hay pues consejos para todos. Edgar Morín no adolece de los defectos que encuentro en otros pensadores como el Sr. Bauman donde la lucidez a la hora de mostrar situaciones problemáticas no es continuada de una serie de propuestas concretas... Morín a pesar de que tiene como caballo de batalla las grandes ideas y la reunión de los saberes dispersos no cae en el error de mantenerse en una cómoda superioridad moral... apoya acciones concretas cuando es preciso y no duda en dar ejemplos y saltar continuamente en sus argumentos de lo general a lo particular sin que el mensaje principal quede diluido por el camino.

El libro es magnífico por la enormidad de la tarea que abarca y que creo que cumple con brillantez... hay una exposición clara y concisa de los problemas más acuciantes de la humanidad que en un afán simplificador Morín identifica con tres crisis actuales, la globalización, la occidentalización y el desarrollo. Se analiza tanto el aspecto bueno como los vicios que acarrean las tres... las soluciones a estas crisis están contenidos en cuatro grandes aspectos que se corresponderán con las cuatro partes en las que se divide el libro.

La primera parte trata de la reforma de la política, con las explicaciones sobre la regeneración del pensamiento político, la idea de civilización, la democrácia, los pueblos indígenas, la ecología, el problema del agua, la economía y la desigualdad, la lucha contra el exceso de burocracia y el tema de la justicia y la represión. Es la parte más extensa y compleja del libro. La segunda parte trata de la reforma del pensamiento y la educación, una segunda parte que me supo a muy poco la verdad y donde seguramente Morín no se quiso extender debido a que son temas ámpliamente abordados en sus libros. La tercera parte aborda la reforma de la sociedad, con temas tan vitales como la medicina y la salud, la ciudad, la agricultura y el medio rural, la alimentación, el consumo y el trabajo... finalmente el libro se cierra con un broche de oro, la cuarta parte remite a la reforma de la vida, la moral, la familia, la condición femenina, la adolescencia y la vejez.

El libro básicamente lo que pretende es demostrar que existe una vía para el cambio en el actual rumbo de la humanidad, intenta convencer al lector de la necesidad imperiosa de dicho cambio salvo que queramos asistir a una serie encadenada de grandes desastres de los que la actual crisis económica no es sino un aperitivo... un mensaje pesimista pero a la vez optimista ya que se nos dice simultáneamente que hay solución a los problemas aunque esta sea muy compleja y virtualmente inabarcable debiendo ser afrontada en sus distintos aspectos por los individuos particulares, asociaciones, organizaciones internacionales, naciones etc. Muy interesantes los ejemplos actuales de iniciativas populares e ideas que ya están caminando en la dirección adecuada... solo falta si acaso no solamente una generalización de dichas iniciativas sino también una coordinación entre las mismas. Internet aparece entonces como el invento que se necesitaba en este momento clave de la humanidad.

"Repitámoslo: lo peor no es seguro. E incluso, en la peor de las hipótesis, todo podrá recomenzar para los supervivientes, rehabilitados, tal vez, de nuestras carencias, desconocimientos e incomprensiones. Quizás encuentren, en alguna parte de las ruinas de una biblioteca, este mensaje que les devuelva la esperanza y el coraje."

Lo mejor: El libro aunque presenta un cuadro verdaderamente desolador es también un canto a la esperanza, pretender anticipar el futuro negativamente dando por sentado que el ser humano no tiene remedio sería tanto como afirmar que los grandes desastres o las grandes epopeyas de nuestra historia pudieron ser fácilmente anticipadas en su día... no fue así, de modo que tal vez nos encontremos, a pesar de lo que parece, en un punto de inflexión de la historia y no precisamente hacia lo peor. Lo bueno del tema es que hay solución... lo malo en el punto siguiente. Aparte de eso sus ideas acerca del pensamiento complejo y la necesidad de establecer nexos de unión entre las distintas disciplinas me parece simplemente brillante, una pena que no se extienda más en esa parte del libro.

Lo peor: Su autor se esfuerza en mostrarnos un panorama lo más completo posible de los grandes problemas de nuestro tiempo, nos machaca con el mensaje de la necesidad de ampliar nuestros puntos de vista y tener en cuenta todos los aspectos de los problemas, de su complejidad, de la interrelación entre unos y otros... sin embargo aunque hay acciones que dependen de los individuos y de la sociedad civil sería necesario un poder global, de momento inexistente, para afrontarlos todos... de ahí que aunque no pretenda serlo al final el mensaje de Edgar Morín, visto de forma pesimista, deviene en un canto a la impotencia, uno lee su libro y solo puede exclamar "¿y que puedo hacer yo?". Afortunadamente tengo que darle la razón en la imprevisibilidad del ser humano y en los bandazos inesperados de la historia, antes de vender la piel del oso hay que cazarlo. Tal vez podamos hacer mucho más de lo que creemos.


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