domingo, 18 de noviembre de 2012

¿Quién soy y ... cuántos?



"Pues los únicos que de veras supieron ver lo que es el sentido de la vida fueron los Monty Python en su película del mismo título: "Bueno, ahí va el sentido de la vida. En realidad no es nada especial. Intenta ser amable con la gente, evita las comilonas, lee de vez en cuando un buen libro, no rehúyas las visitas y trata de vivir en paz y armonía con todas las razas y naciones". Y, si me lo preguntas a mí, te diría: no pierdas la curiosidad, lleva a cabo tus buenas ideas y llena tus días de vida, y no tu vida de días"


Ficha: "¿Quién soy y... cuántos?, Richard David Precth, editorial Ariel, 343 páginas, ISBN: 978 843 4488 311


De nuevo comento otro libro aquí escogido de la sección de filosofía de la Biblioteca Regional, un verdadero filón para mí donde no dejo de encontrar títulos interesantes, y a la vez perfectamente adecuados a mi nivel de principiante que busca libros divulgativos e introductorios a esta disciplina más que otras obras de más hondo calado, al menos por el momento.

Es por eso que he disfrutado bastante con la lectura de este libro que ahora me ocupa, su autor, Richard David Precht es todo un autor de éxito en su país natal, Alemania, concretamente este es su mayor éxito, ha vendido un millón de ejemplares y ha sido traducido a una treintena de lenguas, todo un hito para un libro de divulgación filosófica. Existe en castellano otro libro publicado de este autor "Amor, ese sentimiento desordenado" y otro más que verá la luz pronto titulado "El arte de no ser egoista". Curioseando en Internet he visto que en este país han aparecido hace poco dos revistas de filosofía destinadas al gran público y que en el mismo proliferan los "cafés filosóficos"... los aficionados a esta rama del saber humano estamos pues de enhorabuena, no pasará mucho tiempo hasta que veamos en España libros de filosofía encabezar los rankings de libros más leidos, al menos en la categoría de no ficción.

La estructura de este libro me ha recordado mucho a ese otro que leí y comenté en junio de este año, tan cercano en el tiempo y tan lejano ya debido a la gran cantidad de buenas lecturas que he tenido en los últimos meses, "El filósofo en zapatillas", de Nicolas Fearn. Al igual que este autor, R.D. Precht aborda las tres grandes preguntas que se auto-formulaba Inmanuel Kant ¿Qué puedo saber?, ¿Qué debo hacer? y ¿Qué puedo esperar?. Para el inmortal filósofo germano estas eran las preguntas más importantes de la filosofía... Precht recoge el testigo y elabora un libro basado en estas mismas premisas, es decir básicamente la naturaleza del ser humano y su pensamiento, las relaciones de este con otros seres humanos y el mundo, y el sentido de la existencia humana.

La primera parte, encabezada por la pregunta ¿Qué puedo saber?, nos llevará de viaje por la naturaleza animal del ser humano, su surgimiento como especie y su posterior evolución, el funcionamiento del cerebro, los límites de nuestro pensamiento, el funcionamiento y papel que desempeñan los sentimientos en el intelecto, la existencia y naturaleza del subconsciente, el papel de la memoria y finalmente el lenguaje como elemento constructor de la realidad. 

No se si alguna vez los filósofos han podido escribir sus obras y elaborar sus teorías al margen de la realidad del mundo en el que vivían por mucho que para muchos hayan tenido esa imágen de seres con la cabeza en las nubes... el escritor germano nos muestra una y otra vez que la filosofía posee una fuerte raiz profundamente arraigada en la realidad del momento presente, imposible ya ser filósofo y escribir sobre filosofía sin conocer los últimos descubrimientos en ciencias y estar al tanto de otras ramas del saber. La filosofía posee la capacidad de mezclarse con todas las ramas del saber humano, como el agua que penetra en la tierra y le da consistencia. En un mundo moderno donde lo que se lleva es la especialización hasta extremos exagerados, por no decir estúpidos, y donde las distintas disciplinas del saber no se suelen relacionar entre sí, es justo ahí donde esta tiene mucho que decir y se constituye, al menos en parte, en una "disciplina interdisciplinar"... seguramente es lo que más me gusta de la misma, ya que yo mismo me identifico con esa actitud curiosa por casi cualquier tema. Este libro es una muestra inmejorable de ello.

En un viaje fascinante R. D. Precht nos lleva de la mano por algunos de los temas más profundos del pensamiento, y lo hace ilustrando cada capítulo con una historia particular, para sacar de ahí las ideas filosóficas más importantes a lo largo de la historia y a la vez apoyarse, cuando el asunto lo requiere, en las últimas investigaciones científicas... es posiblemente lo que me ha gustado más de este libro porque en cuanto a temática ya el anteriormente aludido Nicolas Fearn lo hace igual de bien y con el mismo interés, pero Precht es a todas luces un escritor mucho más dotado para conseguir captar el interés del lector. 

Cualquier afortunado que como yo se haga con una copia de este libro y lo tenga en sus manos que haga la siguiente prueba:  

Cójase cualquier página del mismo al azar, da igual que sea de su comienzo, parte intermedia o final... y que comience a leer, pronto notará que la lectura le atrapa, que no puede dejarla fácilmente y que es absorbido por las fascinantes historias y las ideas expuestas en el mismo. Historias que nos llevan a la antigua Grecia y al jardín de Epícteto, a la Europa de la Guerra de los Treinta Años y a esa noche de invierno en la que Descartes descansando junto a una estufa tuvo una revelación que cambió para siempre el curso de la filosofía, al caso del hombre al que una barra de hierro atravesó la cabeza y que vivió para contarlo, a la isla habitada por Robinson Crusoe, a la película Matrix, a la noticia que Wittgenstein leyó en una revista y que hizo germinar en su interior la idea central de su filosofía... no hay límites ni restricción alguna para todo aquello que puede ser objeto del pensamiento, todo vale, de cualquier lugar se puede sacar una enseñanza, una idea... y Precht lo demuestra una y otra vez con brillantez.

La segunda parte nos llevará de viaje por el universo social humano y el porqué de la sociedad tal y como la conocemos, del origen de la moral y de si esta posee un componente biológico o no anclado en el cerebro, los límites de la vida humana... temas como el aborto, la eutanasia, la clonación y los experimentos en genética, los límites en la experimentación del cerebro... todo ello, temas apasionantes donde los filósofos han de elaborar sus teorías siempre yendo de la mano de los últimos descubrimientos científicos, constituyen esta fascinante segunda parte, probablemente la más interesante de las tres.

Finalmente el autor nos lleva por un viaje sobre el sentido de la existencia humana oportunamente diseccionado en diferentes temas como la existencia o inexistencia de Dios, el sentido de la naturaleza, el amor, la libertad, el significado de la propiedad y de la justicia, la felicidad y finalmente el sentido de la vida propiamente dicho. Todo un reto para el lector curioso al que hará ejercitar sus neuronas :-)




Lo mejor: Fascinante, no tengo una palabra mejor para calificar este libro del filósofo germano, auna además brillantez expositiva, amenidad, lucidez, inteligencia... es un libro que no se puede soltar de las manos una vez que se empieza a leer. Ya tengo su siguiente obra en mi lista de libros por leer y naturalmente la que próximamente salga a la luz en nuestro idioma. Es un auténtico virtuoso de la divulgación filosófica, muy accesible además al lector medio o mínimamente versado en estos temas. Estoy por adquirirlo a pesar de haberlo leido ya, hay libros que se disfrutan más con una segunda lectura y me temo que este es de esos, lo voy a devolver con pena a la biblioteca ¡palabra!.



Lo peor: La enormidad de la tarea afrontada, nada menos que presentarnos una visión completa y actual del estado de la filosofía en nuestros días forzosamente tenía que dejar muchos temas fuera y a la vez pecar de superficialidad por mucho que el autor se haya esforzado, que lo ha hecho, por al menos meter el dedo en la llaga de lo más importante. De ahí que no se pueda recomendar como guía de referencia para ningún tema de los expuestos aunque resulte más que suficiente para el lector que como es mi caso gusta de picotear aquí y allá. La sencillez expositiva de la que el autor hace gala curiosamente hay un capítulo donde esta se pierde en buena medida, el dedicado al amor, objetivo además de su siguiente libro... está claro que Precht durante la redacción de este ya se encontraba gestando la escritura del siguiente, no me ofrece pues una sensación demasiado buena respecto a lo que me voy a poder encontrar en su siguiente libro... creo que tendré que comprobarlo pronto ;-).





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