sábado, 7 de agosto de 2010

La paradoja de la sabiduría


Ficha: La paradoja de la sabiduría, autor Elkhonon Goldberg, editorial crítica, colección Drakontos de bolsillo, 328 páginas, ISBN: 9788484329473.


Todos conocemos de sobra los grandes efectos negativos que produce el envejecimiento a nivel físico e intelectual, en nuestro entorno familiar estamos rodeados de personas de edad avanzada en mayor o menor medida, a los que hemos conocido en otras épocas de la vida. Por supuesto experimentamos también en nosotros mismos el paso de los años y esa pérdida de memoria, capacidad de concentración y aprendizaje de la que hacíamos gala en nuestros tiempos de jóvenes estudiantes.

No hablemos ya de personas de nuestro entorno aquejados de enfermedades neurológicas graves como el Alzheimer, un suceso particularmente doloroso en mi vida reciente, o aquejados de depresión, trastorno bipolar, Parkinson, senilidad etc etc... en verdad que los efectos de las enfermedades cerebrales son realmente devastadores, mucho peores que los de cualquier otra dolencia física.

Es por tanto un asunto, el del envejecimiento del cerebro, que dificilmente puede ser omitido u ocultado y sobre el que habitualmente pasamos de puntillas... poniendo mucho énfasis en el cuidado de nuestro cuerpo, el mantenimiento de nuestras relaciones personales y afectivas así como de las condiciones generales de nuestra vida. El cerebro no solo es un órgano más del cuerpo sino que además es el más importante de todos. A pesar de ello su cuidado y su ejercitación suele estar en los últimos lugares de nuestras prioridades, estando habitualmente más motivados en guardar la línea y nuestro aspecto externo que en el cultivo de nuestra mente.

Elkhonon Goldberg es un doctor miembro de la reciente rama de la ciencia llamada neuropsicología y antiguo discípulo de Alexander Luria, el científico que poco menos que fundó dicha disciplina donde se funden el estudio del cerebro y aparato nervioso (neurología) con la psicología, centrándose la misma principalmente en como las lesiones cerebrales, ya sean a causa de una embolia, traumatismo o enfermedad degenerativa, afectan al comportamiento y aptitudes tales como la capacidad de hablar, la visión, memoria etc etc. Ya hace tiempo que se rompió la famosa dicotomía mente-cerebro en el campo de la ciencia aunque todavía existen muchos restos de tal absurda división, a través de su trabajo el Dr. Goldberg nos va mostrando capítulo a capítulo las distintas áreas del cerebro y su especialización en determinadas tareas, de las más triviales a las más complejas y lo que es más importante el tema central del libro, como afecta el paso del tiempo al funcionamiento de este complejísimo y fascinante órgano.

Desde el principio se nos muestra la idea, aparentemente contradictoria y revolucionaria, de que el envejecimiento si bien produce una merma generalizada en nuestras facultades aparentemente irreversible esta no se produce en todas sus habilidades y tampoco con la misma intensidad en todas las personas, el libro comienza con una serie de ejemplos de artistas, intelectuales y políticos que produjeron sus mejores obras ya al final de sus días a edad bastante avanzada. También nos muestra el ejemplo incluso de creadores artísticos y políticos que fueron capaces de lidiar con una enfermedad tan grave como el Alzheimer o Parkinson sin que su actividad se viera frenada.

¿Existe algo que mejore con la edad? ¿como es posible que tradicionalmente se asocie la idea de sabiduría con la vejez cuando a todas luces el cerebro sufre un deterioro?. El Dr. Goldberg nos da la respuesta con un mensaje nétamente optimista ¡si! en efecto, existe una cualidad súmamente importante que sigue mejorando con la edad, el reconocimiento de patrones.

Esto no es más que la habilidad para asociar un problema del momento presente con otro parecido ya resuelto y almacenado en nuestra memoria de tal modo que prácticamente de forma instantánea la solución se nos presenta sin necesidad de arduos cálculos ni elaboradas elucubraciones mentales... pero para tal cosa dicho patrón debe existir en nuestro cerebro a base de un trabajo previo que puede haber sido desarrollado muchos años antes.

El libro nos va desvelando muchos misterios del funcionamiento y el peculiar "diseño" del cerebro humano en especial su división en dos hemisferios aparentemente redundantes, algo que ha llevado de "cabeza" y nunca mejor dicho a los neurólogos desde los comienzos de esta especialidad científica. El autor nos revela como la tradicional asociación hemisferio izquierdo-lenguaje, hemisferio derecho-habilidad visual espacial es falsa y como se ha llegado a ese conocimiento, de dicho descubrimiento es en gran medida responsable el autor del libro de ahí que nos muestre una información de primera mano... no estamos ante el trabajo de un divulgador científico que toma datos prestados de otros, lo hace sin duda, pero no solo eso sino que nos muestra también la historia y conclusiones de sus propias investigaciones a lo largo de muchos años.

Las conclusiones son sorprendentes y lo mejor de todo es que hay de fondo un mensaje súmamente optimista, no todas las capacidades se pierden con la edad, algunas de las más importantes se conservan intactas y lo que es mejor, es posible retrasar e incluso frenar el envejecimiento ejercitando nuestras habilidades cerebrales igual que hacemos con nuestros músculos en un gimnasio. Temas como las emociones y la memoria son ámpliamente tratados en el libro así como demas asuntos relativos al funcionamiento del cerebro y tengo que decir que con gran sencillez... este no es un libro para especialistas en el tema sino para gente ávida, como yo, de aprender cosas nuevas pero sin una formación especialmente sólida en ningún tema concreto.



Lo mejor: El tono ameno y distendido de la obra, la sencillez de su lectura, los ejemplos que el autor pone sacados de su propia vida y sobre todo y por encima de todas las cosas el mensaje optimista de fondo. Aunque eso si teñido de un mensaje de apremio ¡hay que ponerse a trabajar inmediatamente en el cultivo de nuestra mente cuando se es todavía jóven!, en eso estamos Dr. Goldgerb.

Lo peor: La falta de ejemplos concretos de los ejercicios que el autor y sus colaboradores efectúan con pacientes aquejados de sintomas de envejecimiento cerebral o miedo a padecerlo... el hecho de que los ejercicios hayan sido elaborados mediante programas informáticos y tengan forma de videojuegos a mi entender no es excusa. El libro peca aquí de una excesiva parquedad tras irnos preparando poco a poco para esta conclusión final cuando se nos presenta mi impresión es que se queda corto.


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